RIMA XI
Anáfora.......—Yo soy ardiente, yo soy morena, .......... Paralelismo
yo soy el símbolo de la pasión,
. de ansia de goces mi alma está llena.............Hiperbatón
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.,,,,,,,,Antítesis
—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:....Aliteración
puedo brindarte dichas sin fin,
yo de ternuras guardo un tesoro.......Aliteración
¿A mí me llamas?
—No, no es a ti.
—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:..........Anáfora
no puedo amarte.
—¡Oh ven, ven tú!
RIMA XXI
—¿Qué es poesía? —dices, mientras clavas......Alteración
Anafora..........en mi pupila tu pupila azul—;
¿Qué es poesía...? ¿Y tú me lo preguntas? ......Aliteración
Anafora..........en mi pupila tu pupila azul—;
¿Qué es poesía...? ¿Y tú me lo preguntas? ......Aliteración
¡Poesía... eres tú!.....Metonimia
RIMA XLI
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No pudo ser!
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme! ...
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
el uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque ........Hiperbatón
¡No pudo ser!
RIMA LIII
Volverán las oscuras golondrinas...........Sinestesia
en tu balcón sus nidos a colgar,............Hiperbaton
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
en tu balcón sus nidos a colgar,............Hiperbaton
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
.Anafora.................aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día............Simil
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!
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